¿Qué tienen en común franquicias y películas de horror como Actividad paranormal, La noche del demonio, Siniestro, La purga / 12 horas para sobrevivir, Ouija, Feliz día de tu muerte, Fragmentado, Hush, Upgrade y la más reciente entrega de Halloween, con cintas ganadoras de Premios de la Academia como Whiplash: Música y obsesión y ¡Huye!?
Además de que han sido populares y de que presumen monstruosos números en taquilla (considerando lo que costó hacerlas), todas comparten el mismo estudio detrás de su financiación: Blumhouse Productions.
El caso de esta casa productora, y en específico de su dueño y fundador Jason Blum, es el sueño de cualquier emprendedor, pues demuestra que una visión clara, una estrategia perfectamente definida y una cuidadosa toma de decisiones hacen la diferencia entre un proyecto que se mueve siempre en el terreno startupero y un negocio multimillonario referente obligado de toda una industria.
Es difícil ir al cine en este momento y no encontrarse con una producción de Blumhouse en cartelera. De una cantidad determinada de asistentes a un complejo de salas, un porcentaje siempre terminará pagando entradas para ver, intencionalmente o no, una cinta marca Blum.
¿Cómo le hizo este hombre para colocar su negocio en el radar? ¿Qué estrategia puso en marcha para hacerlo uno de los más rentables de este momento? ¿Cuál es su secreto para reportar ganancias por más de 3 mil millones de dólares en espacio de solo una década?
Si analizas la historia de Blum, podrás filtrar varias lecciones que puedes aplicar a tu proyecto, pues verás que:
1. Emprender en un ramo implica conocerlo desde las entrañas
Blum trabajó para el ahora infame Harvey Weinstein en el departamento de adquisiciones de Miramax. Luego de empaparse y analizar las áreas de oportunidad en la producción y distribución de películas, decidió que era momento de salir e iniciar un proyecto propio.
Sabía que si habría de moverse en determinado círculo de negocios, primero debía aprenderse sus usos, modos y costumbres para no dar un paso en falso.
2. Aprovechar contactos es fundamental
Blum consiguió financiación para su primera película como productor (Kicking and Screaming, 1995) tras añadirle la carta de recomendación que le hizo el comediante Steve Martin a cada copia del guion que mandó a los ejecutivos de Hollywood.
Aunque Kicking and Screaming tuvo buen recibimiento de la crítica, su éxito en taquilla fue moderado, pero lo importante es que Blum logró colocar su nombre entre la fauna de productores de la industria, y gracias a que conocía a Martin fue que tuvo un impulso determinante.
3. La primera etapa de cualquier emprendimiento es difícil
Apenas llegado el nuevo milenio, Blum se animó a fundar su propia productora y él mismo ha descrito la fase inicial como uno de los puntos más bajos de toda su carrera.
Fue un momento en el que nada ocurría, hasta que llegó a sus manos cierta película que habría de darle un giro radical a su vida (más de eso en el punto que sigue), pero la anécdota debe ser vista como un indicador de que no deben perderse paciencia, optimismo ni pensamiento estratégico al momento de emprender.
4. Cuando llega la gran oportunidad, es necesario jugar con inteligencia
Cuando Actividad paranormal, la original, llegó a manos de Blum, de inmediato le vio potencial, pero creía que el desenlace debía ser modificado. Trabajó con el director de la película, Oren Peli, reeditándola para inscribirla en el Festival de Sundance.
No fue admitida, pero Peli y Blum fueron abordados por otros gigantes de la industria, entre ellos Steven Spielberg, con la propuesta de volver a hacer toda la película y que el material original solo fuese incluido como un extra en el DVD.
Blum analizó la situación y aceptó bajo una condición: que el corte original fuese proyectado a una audiencia de prueba, y si este resultaba eficaz, el filme ya no se reharía (si se hacía un refrito a cargo de un estudio grande, no le corresponderían ni de lejos las ganancias proyectadas).
Para fortuna (literal) de él, Actividad paranormal aterró a esa audiencia de prueba y lo que siguió fue solo trabajar ciertos aspectos para estrenarla comercialmente (algo que tardó otros dos años en suceder, en razón de trabas legales).
Blum hizo el negocio de su vida: Actividad paranormal, la original, es hasta este día la película más redituable de toda la historia (costó solo 15 mil dólares y recaudó 193 millones de dólares), y permitió que Blumhouse incrementara exponencialmente su capital para invertir en nuevas cintas y franquicias.
5. Invertir poco y con calidad es la clave para ganar mucho y nunca perder
El modelo de inversión de Blum es otorgar no más de cinco millones de dólares de presupuesto a una propiedad nueva, pues eso le permite nunca perder un solo centavo (si una de estas películas fracasa, la inversión se cubre con el dinero de licencias de distribución otorgadas alrededor del mundo).
Si una propiedad nueva es un éxito, Blum analiza la realización de secuelas, ahora con una mayor inversión, y de esta manera se crea un círculo virtuoso de producción y ganancia garantizada.
Jason Blum debe verse como un modelo a seguir para toda persona que esté adentrada o quiera adentrarse en la aventura del emprendimiento.
Hay quienes lo consideran el productor más inteligente de Hollywood, y no es para menos. No cualquiera hace imperios multimillonarios de cine de género con solo 15 mil dólares en el bolsillo.
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