Emprender es apostar por ti mismo y también escuchar que la mayor parte de la gente te diga que estás loco, pero también es el mejor viaje que te puedes atrever a vivir.

Por eso, a continuación, exponemos estos consejos para emprendedores, para ayudarte a triunfar sin más:

1.Mantén la calma y no te apresures.

Es común querer apresurar algunos procesos ya que suele ser interpretado como un signo de eficiencia, pero realmente estás jugando en tu contra. Tu negocio puede responder a diversos objetivos, pero debes saber que no todos son de corto plazo.

Revisa las metas y los plazos que has estimado y enfócate en que cada objetivo tenga un plazo sensato y viable. Recuerda que lo importante no sólo está en el calendario, sino en la determinación. Así como los maratonistas no se rinden, tampoco lo hacen los emprendedores.

La “determinación de nunca darse por vencido», ese es el elemento más importante del éxito: determinación obstinada.

2. Relaciónate estratégicamente

Si sientes que pierdes mucho tiempo en conversaciones, eventos y reuniones, es muy probable que no te estés relacionando de forma estratégica. Tu agenda puede estar llena de agujeros negros que consumen tu tiempo y recursos.

Prioriza tus objetivos y luego revisa quiénes son los actores clave, tanto internos como externos, en cada uno de ellos.

Recuerda aplicar tomar en cuenta a toda la cadena de valor: empleados, socios, sindicatos, gremios afines o relacionados con tu rubro, vecinos de la comunidad, medios, clientes, proveedores, banca, competidores, ONG’s vinculadas con tu actividad, entes gubernamentales, entre otros.

Todos son parte del juego y debes estar claro en la importancia e impacto de cada uno de ellos. Esta red estratégica es uno de los pilares de la sustentabilidad de tu negocio.

3. Involúcrate en actividades y expande tu mente.

Usar músculos que ni siquiera sabías que existen, disciplinar tu mente, respirar adecuadamente, hacerte amigo del tiempo, entre otras cosas, son algunos de nuestros principales consejos para emprendedores.

Nutrir tu cuerpo y mente de esta filosofía sin duda te dará ventajas competitivas. Articula tu empresa, cambia procesos, respira, escucha atentamente, vuelve a respirar y atrévete a realizar nuevos movimientos.

La flexibilidad se aprende y se practica a diario.

4. ¿Es el Marketing un villano?

¡Definitivamente no!  Hazlo tu aliado y proponte ver más allá del estereotipo, aprovecha lo que el marketing como especialidad tiene para ofrecerte: la gestión de percepciones y creencias relacionadas con tu producto o servicio.

El marketing te permite capitalizar en ventas y reputación, la inversión en los siguientes ámbitos:

  • Conocer a tus clientes o consumidores, no sólo los finales sino también a toda la cadena de valor, recuerda que tus proveedores son también tus clientes.
  • Generar estrategias hechas a la medida.
  • Revisar y desarrollar productos y servicios exitosos.
  • Entregar valor global: precio, empaque/locación, promociones, distribución y servicio postventa.

5. Sígueme y te sigo

Pues ten por seguro, de nada sirve estar en todas las redes sociales si no sabes utilizarlas.

¡Calma! ya vimos que el Marketing no es un villano, por lo tanto, las redes sociales tampoco lo son.

Cada red cumple un rol específico, no todas las empresas o marcas requieren estar en todas las redes sociales, de hecho, es necesario hacer evaluaciones previas para identificar cuál o cuáles convienen a tu empresa.

Evalúa la relación que tiene tu público con las redes sociales, utilizando fuentes confiables y actualizadas, tales como estudios de mercado de consultoras y encuestadoras.

¿Ya nos sigues en nuestras redes? Te invitamos a que lo hagas.

6. Espejito, espejito

Los emprendedores exitosos no le piden feedback al espejo como en el cuento, entienden que juegan un rol distinto y les corresponde innovar en el tipo de liderazgo que desarrollan.

Aliméntate de objetividad, pide feedback a tus socios, empleados, amigos y familiares, ¿qué tal lo estoy haciendo? ¿Qué puedo mejorar?

Y si quieres ir más lejos, ten presente que ser un buen líder no significa no cometer errores.